Razones nutricionales para motivar a tus hijos a jugar en el recreo

Razones nutricionales para motivar a tus hijos a jugar en el recreo

Dos preguntas clásicas de una madre cuando ve a su hijo salir de la escuela: «¿Cómo te pusiste el uniforme así de sucio?, ¿Te arrastraste todo el recreo?». Y es que a las mamás nos preocupa que nuestros hijos luzcan bien presentados y limpios. En esa misma línea de pensamiento surge una tendencia en los colegios que promueve los juegos de mesa en el recreo para que los niños disfruten de un receso menos agitado.

Pero, ¿es esta una práctica saludable desde el punto de vista de la actividad física? Un niño que corre, juega al escondite, a la «ere» y tantos juegos dinámicos que siguen pasando de generación en generación, es un niño activo que está combatiendo el sedentarismo, el sobrepeso, la obesidad infantil y todos los problemas asociados a estas condiciones. Los niños que no juegan en el recreo o que no realizan ninguna actividad física, regularmente no desarrollan el hábito de ejercitarse. Y si no lo hacen en la niñez, las probabilidades de que lo hagan cuando sean adultos son mucho menores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños se ejerciten unos 60 minutos diarios, lo cual favorece su salud y desarrollo. Así que, además de preocuparnos por la pulcritud de los uniformes de nuestros niños, o regañarlos porque se agitan demasiado en el recreo, reflexionemos sobre los beneficios que ese juego del escondite o la “ere” le aporta a nuestros pequeños durante la infancia y en su formación como persona con hábitos de vida saludables.

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